Por: Emiliano Muñoz Ramírez
¿Actualmente protegemos nuestra biodiversidad o hacemos todo lo contrario? En los últimos años, diferentes zonas naturales, ciudades, parques o sitios turísticos, se han visto afectados por diferentes cuestiones, destacando nuestra falta de empatía y conciencia para promover el respeto a todo lo que nos rodea, partiendo del municipio en el que vivimos hasta su naturaleza. ¿Qué hemos logrado? aumentar afectaciones a zonas naturales o patrimonios históricos en muchos sitios alrededor del mundo, por ejemplo Santorini, Grecia, en donde recibía a diario más de 10 mil cruceristas; o Maya Bay, Tailandia, con la destrucción de corales; Isla de Komodo, Indonesia, con la caza furtiva; Venecia, que para 2012 contaba con 60 mil habitantes y más de 20 millones de turistas, causando la desaparición de la vida urbana, mercados, festivales y eventos típicos locales; y Machu Picchu, que recibió a más de 1 millón de turistas en el 2018, haciendo que se apliquen nuevas medidas para controlar el turismo en masas. Esto por mencionar solo algunos ejemplos.
¿Qué se ha hecho al respecto? en el 2013, la ONU reconoció que el ecoturismo funciona como una herramienta y recurso clave para combatir la pobreza y proteger al medio ambiente, ya que según Ethical Traveler genera oportunidades de conservación y uso sostenible de la diversidad biológica, es una fuente de ingresos y concientizar a la población por el respeto al patrimonio natural y cultural. Básicamente, el involucra al propio turismo a través del interés por lo natural o ecológico con la guía de un naturalista, para aprender del medio ambiente y respetarlo.
¿Cuáles son las ventajas del ecoturismo? al poder ser aplicado en cualquier localidad genera un impacto mínimo sobre el medio ambiente, crea conciencia y respeto por la cultura local y por la naturaleza, brinda experiencias positivas, genera empleos en las comunidades, hace una conexión entre el hábitat y el turista y, finalmente concientiza a las personas sobre el cuidado de la naturaleza. Por su parte, las principales desventajas de gestionar incorrectamente la aplicación del ecoturismo producen hacimiento de construcciones, contaminación del hábitat, número ilimitado de turistas, erosión y Greenwash. Este último se presenta cuando los propios gobiernos locales o empresas difunden resultados positivos ocultando las verdaderas intenciones, actos negativos, afectaciones o consecuencias a las zonas naturales.
El caso de Lagos de Colón, Chiapas.
Un sitio de salvaje e incomparable belleza.
más.
Lagos de Colón, con 621 metros de altitud, para el año 2020 contaba con 322 habitantes en la zona. El 5% de la población es indígena y el 87% de las viviendas disponen de teléfono celular. Más del 90% de las viviendas cuentan con electricidad y agua entubada, así como otros servicios públicos para uso, aprovechamiento y abastecimiento de los mismos habitantes o turistas.
Lagos de Colón está ubicado en una comunidad ejidal, siendo un balneario natural que se alimenta de las aguas del río guatemalteco “El Lagartero”. A 20 minutos de esta zona encontramos una mágica zona arqueológica (“El Lagartero”) que forma parte de la propia historia del estado. Lleva este nombre, ya que al descubrirla encontraron cuatro collares de cobre con poco más de 500 años de antigüedad en forma de cabeza de lagarto, siendo el símbolo del inframundo para la cultura maya y su lugar de adoración, contando con 15 estructuras para ello.
Esta zona era una pequeña ciudad maya en donde los habitantes aprovechaban los medios acuáticos para establecer un lugar de defensa, pesca, riego de cultivos, entre otras actividades para su supervivencia. El centro ceremonial es una isla que fue habitada del 300 a 1200 d. C. con pirámides de hasta 10 m de altura y, en donde incluso algunas están sumergidas.
¿Qué hace de Lagos de Colón un lugar ecoturístico? partiendo de que su posición geográfica está en México pero su abastecimiento depende del rio El Lagartero, que se encuentra en Guatemala, el pueblo de la Trinidad ha logrado gestionar positivamente la subsistencia, el abastecimiento y cuidado de la zona a pesar de contar con un alto número de visitantes en la zona.
Lo anterior se ha logrado concientizando a los turistas sobre el cuidado de la zona, integrándolos en actividades naturales como el snorkel, buceo, senderismo, pesca deportiva y observación de flora y fauna. Sin olvidar todas aquellas visitas públicas a las bellezas naturales y ancestrales de este municipio. Y si, el lugar cuenta con restaurantes tradicionales, hoteles y zonas comerciales, pero sin duda alguna estas se han establecido respetando la naturaleza y la infraestructura de este sitio. Un claro ejemplo es la construcción de hoteles y restaurantes sustentables, sin aumentar el número de habitaciones, ya que de lo contrario, habría hacinamiento de construcciones.
¿Qué podemos concluir? No necesitaríamos reglas si todos contáramos con esa cultura por el respeto al medio ambiente, que a pesar de que no es nuestro, forma parte de nuestro entorno y nos proporciona una mejor calidad de vida. Con el paso del tiempo, la sociedad ha necesitado generar más lugares “ecoturísticos” a causa de nuestra falta de conciencia por el cuidado de nuestra biodiversidad, algo que sin necesidad de crear alternativas o recursos debería ser “normal” ya que es parte de nosotros. Por la naturaleza es que estamos con vida.
Ahora solo debemos preguntarnos a nosotros si estamos generando una cultura sustentable, es decir, ¿estamos protegiendo nuestro entorno o nos estamos aprovechando de éste?
Para más información visita: https://youtu.be/4X2HwUgXBjg
Emiliano Muñoz Ramírez
Licenciatura en Administración Pública
Universidad de Guanajuato
Comments