La pandemia global Covid-19 ha evidenciado afinidades y necesidades comunes de todos los individuos, independientemente de su ubicación geográfica y nivel de desarrollo del país en el que habitan. Las diferencias étnicas, raciales, religiosas pasan a un segundo término en un momento en que la prioridad es mantener las economías, la salud, la seguridad y la vida misma en las ciudades a flote.
Hoy más que nunca es fundamental conocer cómo otras ciudades dentro de México y allende nuestras fronteras nacionales enfrentan, responden y resuelven los retos que la múltiple crisis sanitaria, medioambiental, económica y social amenaza a la Humanidad en su conjunto.
Las respuestas no pueden ser sólo locales o nacionales. Estamos obligados a conocer las ideas y mejores prácticas puestas en marcha en otras latitudes del globo terráqueo. Quizá una idea exitosa en otra ciudad pueda sentar las bases para resolver necesidades apremiantes en una ciudad distante, posiblemente ubicada en otro país. Las ciudades mexicanas cuentan con casi 300 hermanamientos con ciudades en el extranjero. Ha llegado el momento en que estos hermanamientos ser conviertan en una verdadera herramienta de cooperación internacional descentralizada y horizontal que permitan el intercambio de experiencias para que nuestras sociedades logren salir adelante.
Dr. Daniel Añorve Añorve
Profesor del Departamento de Estudios Políticos y de Gobierno
Universidad de Guanajuato
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